Miss Karmele!

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La periodista del corazón crea tendencia.

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Debido a la petición popular y a que Karmele se ha quedado en la Isla, para ella va mi Kit de Supervivencia personalizado.

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Karmele tiene que cuidar, ante todo, su cabeza. Es la caja de caudales donde se esconden los secretos mejor guardados del 'famoseo'. Gorros, gorras, sombreros, viseras... cualquier cosa que le cubra de los rayos del sol está bien. Me gusta la gorra ventilador, aunque no es nada glamurosa. Quizá sí sea un poco más coqueta una con tapa-cogotes, que protege también contra las collejas. Y en 'Supervientes' se dan muchas. Hemos visto además gorros con protección solar incorporada, pero hay que reconocer que lo que más se adecúa al estilismo del concursante prototípico de este programa es el sombrero de paja campero 'soy la jerarquía del agro'. Si se me permite sugerir, sugiero el turbante de Lawrence de Arabia. La elegancia lo requiere y Peter O´Toole lo manda.

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Otra cruz para Karmele es que no toda la ropa protege del sol, que no se confíe. Sólo las fabricadas específicamente para este fin pueden salvar la piel de nuestra colaboradora. Aunque, si no tiene prendas de esa naturaleza, puede transformar sus trapitos en casa. También existe un detergente que impregna la ropa de una fina película que evita que traspasen los rayos del sol. Y si no quiere exponerse a 'Lorenzo' ni a tiros, que se apunte a la moda musulmana del 'burkini'.

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En una isla desierta lo peor es matar el tiempo. Aparte de sobrevivir, no hay nada que hacer. Tan sólo reposar. Meditar sobre tus cosas, tu pasado, tu futuro y... holgazanear más y más. Para Karmele tengo varias sugerencias. Una, la bicicleta con sombrilla, para que se dé paseos por algún sendero siempre bien resguardada del sol en busca de alimento o una posible balsa para escapar de las duras pruebas del concurso; y dos, la isla flotante con parasol, está por ver que nuestra protagonista pueda hincharla con sus propios pulmones, pero de lograrlo sin perder el conocimiento, tendrá un refugio de lo más lujoso para ella y los concursantes que elija. Por último, en el peor de los casos, si el tedio ya es absoluto, recomendamos que espere llover. Y qué mejor forma de hacerlo que con el paraguas luminescente, el único del mercado que avisa cuando se acercan los chubascos.

Pero a pesar de lo completo de mi kit, a la pobre Karmele se le notan ya los efectos de la isla...

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QUE TE QUEDES, KARMELE!